CHILE UNA MESA PARA TODOS
Jesús nos envía a Visitar los Hogares
Especialmente para discípulos-misioneros, hemos preparado estas sugerencias metodológicas para el mayor provecho de nuestra acción apostólica.
- Algunas sugerencias para organizar la visita
- Como llega el discípulo misionero a los hogares
- Sugerencias para orar y bendecir los hogares
... A través de la “Visita a los hogares” queremos profundizar nuestra formación como discípulos misioneros y seguir animando nuestra propia conversión personal y pastoral: «Para ello es necesario aprender a escuchar al hermano y a Dios. Más aún, tenemos que aprender a escuchar a Dios en el hermano… Que Él nos abra el oído. Que Él nos dé un oído de discípulo (Cf. Isaías 50, 2-5) para escucharle a Él en el hermano y en la cultura de este tiempo nuevo que nos regala» (ACTAS de la Asamblea Post Sinodal, Nº 31-32)....
…Les invitamos a avanzar camino a Belén junto a los pastores y los reyes: les invitamos a dejarse conducir por la Palabra y encaminar los pasos hacia el Pesebre para contemplar el Rostro del mismo Dios, luego cada uno en familia deberá hacer el camino de regreso a la vida cotidiana transformada por la luz de la presencia del Señor, siendo los testigos en esta hora de la obra salvadora de nuestro Dios…
María es la perfecta discípula siempre misionera, llena del Espíritu del Señor, proclama las maravillas que Dios ha hecho en la historia de su pueblo. Y que ahora ella misma es invitada a hacerse parte de esa gran procesión de hermanos a través de los cuales ha intervenido Dios salvando, sanando y acompañando la historia de su pueblo santo. María no habla de sus maravillas sino de las del Señor (cf. Lc 1, 46-55). Pues, alegrarse de la gracia de Dios es el destino sublime del hombre. Para eso nos ha creado el Señor, para contemplar y participar de su Reino de Amor. Ese es el gran contenido de la misión, hacer tomar conciencia que Dios sigue actuando, hoy como ayer, en los acontecimientos y en las personas concretas. María, la mujer orante, puede con toda certeza de fe, manifestar que Dios no abandona a su pueblo.
Cuando entramos en comunión con el Señor a través de su Palabra viva y eficaz, debemos –como Moisés- “sacarnos las sandalias” (Ex 3,5), es decir, de a pié, sin avasallar, despojarnos de todo cuanto impida una comunicación viva con Dios. El alimento de la Palabra nos pide tener un profundo respeto ante la presencia del Señor que sale a nuestro encuentro por su Palabra. Nos invita a creer en lo que nos dice y, para que esto sea posible, es necesario crear entre nosotros un clima de oración propicio para la escucha. Jeremías ilustra de manera muy bella lo que debería ser el espíritu de este mes: “Se presentaban tus Palabras, y yo las devoraba; eran tus Palabras para mí un gozo y alegría del corazón” (Jr 15,16).
PABLO APÓSTOL, APASIONADO POR CRISTO Y SU IGLESIA
“No hagan nada por ambición o vanagloria… Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús” (Flp 2,3.5)
Pablo nos expone el hermoso himno a través del cual estimula a vivir la concordia y la comunión, inspirados en la persona del Señor, que no consideró codiciable ser igual a Dios, sino que se anonadó por amor tomando la condición de siervo, haciéndose semejante a nosotros. Con este himno, San Pablo quiere sacudir a los cristianos que caen en la tentación del querer aparecer demasiado, cayendo en la vanagloria y la rivalidad entre sí, poniendo en peligro la unidad de la Comunidad.
En estos tiempos de crisis mundial y desorientación generalizada, les invito a revisarlas actitudes del diario vivir, para que ninguno se quede atrás, y entre todos, descubramos cómo solucionar nuestros problemas cristianamente (cf. Nº 23, OO. Diocesanas 2009). Que cada uno sienta vivamente el llamado del Señor a acompañar al hermano que sufre. Que el desaliento no nos venza. Que juntos podamos vivir alegres en la esperanzay aprendamos a hacer fiesta, actitud propia de quienes han recibido la gracia de la salvación y de la vida nueva en Cristo el Señor que ha vencido el pecado y la muerte
"Camino Pascual del Discípulo Misionero"
Los discípulos conocían las escrituras pero algo les impedía reconocer que la Palabra se concretizaba en los acontecimientos de la historia. También nos puede suceder a nosotros; recibimos formación, sabemos de la Biblia y las enseñanzas de la Iglesia, pero cuando llega el momento, no las ponemos en práctica. A veces le ofrecemos todo al Señor, incluso los sufrimientos; pero cuando nos vemos en situaciones penosas, nos enredamos en nuestros sentimientos negativos, nos ofuscamos, protestamos, no vemos cómo encaja eso en la experiencia de Dios, y nos alejamos por un camino diferente. Como podemos ver, también a nosotros el escándalo de la cruz nos hace huir.
Renovación de Nuestras Promesas Bautismales
Nuestra vocación de discípulos misioneros nace del encuentro personal con el SeñorJesús en la fuente bautismal. Este acontecimiento decisivo en nuestra vida marca toda nuestra existencia, pues nos hace hijos del Padre eterno, parte de la gran familia de Dios, miembros del cuerpo de Cristo y templos del Espíritu Santo; incorporándonos al plan divino de salvación como “su pueblo santo”.
CARTA DE MONSEÑOR MANUEL CAMILO VIAL
CONVOCANDO A LA MISIÓN CONTINENTAL
En Temuco, a 17 de agosto de 2008, En la víspera de la Fiesta de San Alberto Hurtado